Posadas se destaca por sus políticas ambientales que buscan abordar el cambio climático y preservar el ambiente. El Centro Municipal de Acopio demostró un impacto significativo en el reciclaje de la ciudad, ya que se recuperaron más 173.000 kilogramos de residuos reciclables. Esto se debe al trabajo en conjunto que implementa el gobierno local con el programa Argentina Recicla y los recuperadores urbanos.

El director de Economía Circular, Fernando Hancherek, destacó que esto se logró mediante el
fortalecimiento de la actividad en el Centro de Acopio y el trabajo de 125 recuperadores
registrados.

Reutilización de residuos es una de las políticas destacadas del Centro de Acopio para Recuperadores Urbanos, que tiene como objetivo trabajar de la mano con los recuperadores que son un eslabón esencial en la cadena de reciclado de la ciudad.

Se promueven acciones de minimización, reutilización, reciclaje y valorización de los residuos. Actualmente, se separan y reciclan aproximadamente 173 mil kilos de residuos reciclables en este año, de los cuales, buscarán a que las Escuelas Técnicas desarrollen productos a partir, sobre todos, de los plásticos.

Además, es una la oportunidad para los recuperadores de conseguir un ingreso extra, indicó Hancherek quien detalló cómo es la metodología y horario de trabajo. “La mayoría trabajan con carrito en diferentes horarios, hacen sus recorridos tanto solos como agrupados por la ciudad y juntan los materiales que van viendo en las veredas. Muchas veces los negocios ya dejan afuera los materiales que se puedan reciclar, entonces los recuperadores los juntan. Otros ya tienen sus habituales negocios, hacen un trabajo de ir comercio por comercio e incluso en los barrios también hablan con los vecinos y piden que los comerciantes que separen los residuos que sirven”.

El proceso en el Centro de Acopio comienza con la recepción diaria de aluminio, hierro, vidrio, cartón, papel y plástico. Estos materiales son registrados, pesados y almacenados en el galpón ubicado en la calle Herrera y avenida Buchardo. Una vez que se acumula la cantidad suficiente, se compactan en fardos, lo que reduce la frecuencia de los viajes a los puntos de comercialización y beneficia económicamente a los recuperadores.