Durante el fin de semana de Semana Santa y el feriado del 2 de abril, Misiones, bajo la consigna “Naturaleza Santa”, se presenta como un destino ideal para aquellos que buscan combinar turismo, naturaleza, descanso y experiencias culturales únicas. Esta época del año no solo ofrece la oportunidad de disfrutar de los numerosos atractivos naturales de la provincia, sino que también permite sumergirse en tradiciones centenarias que han marcado profundamente su identidad.

Una de las tradiciones más destacadas en Misiones es el legado jesuítico-guaraní, que se evidencia en sitios históricos como la Reducción de San Ignacio. En este lugar, los visitantes tienen la oportunidad de participar en la Misa Popular de las Misiones, un evento que va más allá de lo puramente religioso para conectar con las raíces profundas de la región en términos culturales e históricos. La Misa Popular de las Misiones se lleva a cabo al aire libre, ofreciendo a los asistentes la posibilidad de experimentar un encuentro espiritual en un entorno emblemático que ha sido testigo de importantes acontecimientos para la religiosidad y la historia de la provincia.

Este evento conmemora el inicio del Triduo Pascual, período durante el cual se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús, elementos fundamentales en la tradición cristiana.

Así, la celebración de esta misa especial tendrá lugar el jueves 28 de marzo a las 19:30 horas en la Reducción Jesuítica de San Ignacio Miní, un sitio que no solo está impregnado de historia, sino que también representa un importante símbolo cultural en la región. La ceremonia será oficiada por el Obispo de la diócesis de Posadas, Juan Rubén Martínez, quien dará un marco aún más significativo a este evento religioso y cultural de gran relevancia para la comunidad local y los visitantes.  

Este año, participarán la agrupación Capilla de Música de San Ignacio Guazú, fundada en 1622 por el jesuita Luis Berger y reactivada por el maestro Luis Szarán en 2023, compuesta por un ensamble de cuerdas y un grupo coral. En cierre se presentan Los de Imaguaré con su único y personal estilo, para deleitar al público con el ritmo litoraleño del chamamé y otros géneros tradicionales.

Durante la Semana Santa, el Cerro Monje en San Javier, Misiones, ofrece una serie de actividades para los peregrinos, brindando una experiencia única en un entorno natural y espiritualmente significativo. 

El Jueves Santo, a las 19:30 horas, se realiza una procesión con antorchas desde las escalinatas hasta la cima del cerro, organizada por diferentes grupos religiosos locales, marcando así el inicio del Triduo Pascual. Esta procesión es seguida por una misa con lavatorio de pies en la cima, junto con la Adoración del Santísimo en la capilla del cerro.

En Viernes Santo, a partir de las 8 de la mañana, se lleva a cabo el Vía Crucis cada hora alrededor de la cima, brindando momentos de meditación sobre el camino de Cristo hacia la crucifixión. Durante todo el día, se realizan confesiones para aquellos que buscan reconciliarse espiritualmente. A las 10 de la mañana, se celebra la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, con una representación del Vía Crucis Viviente y la Adoración de la Santa Cruz, a cargo del Grupo Parroquial. Finalmente, a las 15 horas, se realiza la Adoración de la Santa Cruz, la Veneración a la Madre Dolorosa y la Devoción a Jesús Misericordioso, organizada por los Misioneros Socios Laicos Amigos del Verbo.

El Cerro Monje, ubicado a 7 kilómetros del centro de San Javier y a orillas del Río Uruguay, es un lugar de peregrinación durante todo el año y especialmente en Semana Santa. La cima del cerro alberga una capilla de ladrillo blanqueado y ofrece un paisaje impresionante que abarca la vegetación de Argentina y Brasil. Durante esta época, los peregrinos pueden participar en el tradicional Vía Crucis del cerro, rezar, disfrutar de la naturaleza y acampar en un ambiente renovado y propicio para la reflexión espiritual. 

La devoción en el Cerro Monje tiene una historia centenaria, atrayendo a fieles de toda la región. La leyenda del monje italiano que presenció un “milagro” en la cima del cerro sigue siendo un pilar de fe y devoción para generaciones de creyentes. De esta manera, la Semana Santa en el Cerro Monje es un momento de unión comunitaria en torno a la oración, la reflexión y la celebración de la rica tradición religiosa que caracteriza a este lugar sagrado.