Utilizan un sistema de cultivo amigable con el ambiente a través de la utilización de bioinsumos.

En la Granja Ferris-Graef de Garuhapé, Viviana Graef junto a su familia desarrollan el cultivo de frutillas semi-hidropónico, y a través del acompañamiento del Estado provincial pudieron encontrar en esta actividad un medio de vida y sustento.

“Después de buscar mucha información y asesoramiento comenzamos con el emprendimiento, que consiste en armar unas mesadas donde se carga sustrato y se planta la frutilla, con un sistema de riego por goteo”, explicó Graef, y agregó que “una vez que aprendimos a trabajar de esa manera, el siguiente paso fue darle un enfoque ecológico”.

“A diferencia de plantar en el suelo, con este sistema podemos tener cultivos durante todo el año, mientras que de la manera tradicional, y si justo tocaba un buen año, la cosecha podía darse sólo entre agosto y noviembre o diciembre a lo sumo”.

“La ventaja es que producimos todo el año, las plantas no mueren y la comodidad que tenemos para trabajar, dado que no lo hacemos agachados”, relató la productora y comentó que en la actualidad cuentan con tres invernaderos de siete metros por cuarenta, en los cuales trabaja toda la familia.

De esta manera, la Granja Ferris-Graef produce aproximadamente entre 700 a 800 gramos de frutillas por planta por día, de los cuales unos 600 gramos son fruta de alta calidad y entre 100 y 200 gramos son destinadas a congelar para licuados y la elaboración de mermeladas.